Lo he contado antes, quizás fue aquí. Un capellán dice que en una ocasión le llamaron adonde un soldado había sido herido con tiros de a metralleta, y estaba muriendo. Y le preguntó el capellán, "¿Eres cristiano?" Y le respondió, "Antes era." “¿Antes eras? ¿A dónde dejaste a Jesucristo?" "No me acuerdo." Y le dijo, "Más vale que estés pensando, porque los pulmones se te están llenando de sangre. Apúrate, porque el tiro te pasó por el pulmón." Y dijo, "Yo sé." "Te estás muriendo."
"Sí, yo sé."
"Y ¿dices que en una ocasión conocías a Cristo?" "Sí."
"Ahora, piensa muy profundo, Capitán. Te queda poco tiempo, piénsalo. ¿Dónde dejaste a Cristo?"
Y éste estaba haciendo el esfuerzo, pensando. Luego, apareció una pequeña sonrisa y dijo, "Ya recuerdo, ya recuerdo."
Eso tiene que hacer Ud. también. Recuerde, cuando Ud. se opone a una verdad de Dios, allí mismo lo dejará. Allí es donde lo dejará. Y de nada le va a servir seguir hacia acá, porque tiene que volver a este punto. De allí en adelante está en una desviación. Yo no digo que no es Cristiano, pero sí está muy desviado. Aquellos todos eran Israelitas, pero no todos fueron salvos. Correcto. Ud. se encuentra en una desviación desde ese momento. Tiene que volver a ese punto. Entonces el capellán le dijo, "Comienza desde allí pues." Y de ese punto es donde Ud., tiene que comenzar en esta mañana, allá donde se desvió.
El comenzó a citar la oración de niño: "Ahora me acuesto para dormir; ruego que Dios mi alma guardará. Si muero antes de amanecer, encomiendo mi alma a mi Señor," y allí murió. El había dejado a Cristo allá en la cuna. Quizás Ud. lo dejó en el bautisterio; o quizás lo dejó en el Espíritu Santo; o quizás en otro lugar.
Allí donde Ud. lo dejó, no vaya Ud. a escoger este camino de la iglesia híbrida. En esta mañana hay Uno que le puede representar para salvación. Ud. no tiene que continuar como pecador, no. Ud. es pecador, sí lo es. Pero Dios no lo tiene culpable a Ud. por ser pecador, ni le tendrá culpable de aquí en adelante. Pero sí le va a tener culpable si lo rechaza. Dios no le va a culpar a Ud. por el pasado, cuando Ud. no conocía la verdad y Ud. no sabía distinguir todo esto de bautismo y el Espíritu Santo y el poder de Dios. Quizás El no le tenga a Ud. responsable por eso, porque Ud. quizás no lo había oído antes; pero desde este momento en adelante, Ud. ya conoce la verdad. Vuelva a la Palabra, vuelva a Dios.
Oremos. Y piénselo bien mientras oramos.
60-1113 (v) Condenación Por Representación
