Escuche mi querido amigo cristiano, así como usted viaja de aquí en esta mañana, no tenemos mucho aquí para ofrecerle materialmente, ustedes extraños aquí en nuestras puertas. Tenemos un pequeño y viejo tabernáculo. Somos gente pobre, tan pobre como podamos serlo. Nosotros estamos apenados de que no tengamos algo poquito mejor aquí para representar una bienvenida a la gente. Pero mi hermano y hermana, dentro de estas pequeñas paredes aquí, cuya estructura no tiene mucho para mirar, pero usted encontrará una bienvenida para el Señor Jesucristo. Venga, adore con nosotros, si usted no tiene un lugar para ir. Nosotros tenemos un amoroso pastor aquí, hombres finos aquí en el cuerpo de diáconos y lo demás. Sólo tenemos una cosa que podemos hacer, amamos al Señor Jesús con todo nuestro corazón, nosotros creemos la Palabra que es la Biblia y ella es la Palabra de Dios. No tenemos ningún libro de texto, sólo esta Biblia. No tenemos ninguna ley aquí de esto, de eso, de… Bueno, nuestra ley es amor. Nuestro credo es Cristo. Y nosotros sólo le amamos con todos nuestros corazones, regrese y esté con nosotros si usted lo desea.
Yo no estoy aquí esta mañana para edificar una organización! Cristo no me mandó para edificar una organización Cristo me mandó más bien para edificar individuos a la estatura de Cristo Jesús, para que así sean como un relámpago de poder por medio de Su Palabra, llevando al individuo a este lugar. No edificando una organización hacia una denominación más grande, pero edificando individuos para ser hijos e hijas de Dios. Esa es la idea.